Examinando las muertes erróneamente atribuidas a la ayahuasca

Texto por Carlos Suárez Álvarez
Publicado originalmente en el sitio web de ICEERS en agosto de 2023. 
Murió Kyle Nolan, que tenía 18 años y había viajado a Perú en busca de un despertar espiritual. Y en Canadá murió Jane Maiangowi, que tenía 70, y participaba en un ritual de limpieza oficiado por un chamán amazónico. Murió el turista británico Unai Gomes, acuchillado por un compañero de retiro en Iquitos. Y murió Emanuel en Países Bajos, tirándose bajo las ruedas de un tren. Murieron personas en la Amazonia y en grandes ciudades de América del Sur, Australia, Europa, América del Norte. Cincuenta y ocho tragedias que dejaron huérfanas y viudos, madres destrozadas y amigos desconsolados, y una interrogante: ¿por qué? 

Los medios mainstream lo tuvieron claro: ayahuasca. Porque, efectivamente, aparecía en un rincón más o menos apartado de la escena de estas 58 muertes. Y su presencia constituía, desde un punto de vista periodístico, un reclamo para la lectura: al fin y al cabo, un titular que relaciona una muerte con una “droga exótica y alucinógena” tiene probabilidades de convencer al potencial lector para que haga clic.
relación indirecta
Pero, ¿se puede atribuir alguna de estas muertes al consumo de ayahuasca? Y si es así, ¿en qué grado? Para responder esa pregunta examinamos todo lo publicado en cualquier lugar del mundo (desde blogs antidrogas hasta artículos científicos pasando por webs de noticias generalistas) para realizar la lista más completa de muertes asociadas a la ayahuasca hasta la fecha. Y esta investigación nos permite extraer una conclusión principal: hasta el momento ningún análisis toxicológico o examen forense ha determinado que la ayahuasca causara la muerte de una sola persona por intoxicación aguda. Además, aquellas muertes en las que la ayahuasca jugó un papel indirecto podrían haberse evitado si se hubieran respetado unos estándares mínimos de seguridad en la aceptación de participantes, la supervisión de las tomas y la integración de la experiencia a posteriori. 

La información disponible sugiere que solo en 34 de los 58 casos analizados se pudo constatar que las personas habían consumido ayahuasca en las horas previas a su muerte. Y de estos 34 casos, ninguna de las nueve autopsias que trascendieron públicamente atribuyó a la ayahuasca la causa de la muerte.
Sabemos que la ayahuasca es una sustancia fisiológicamente segura para personas sanas. De acuerdo al psicólogo y experto en toxicidad de drogas recreativas, Robert S. Gable, la dosis que podría producir muerte por envenenamiento es 20 veces la dosis psicoactiva, mientras que la del alcohol es 10 veces y la de la cocaína 15. Quien ha tomado ayahuasca sabe que es prácticamente imposible tomar 20 veces la dosis psicoactiva, por su sabor extremadamente desagradable y por sus propiedades eméticas: aunque alguien fuera capaz de beber dicha cantidad, la vomitaría antes de poder envenenarse. Pero hay riesgos. De acuerdo al toxicólogo Rafael Guimarães de Santos, estos derivarían por un lado del consumo simultáneo con otros medicamentos, y por otro de su consumo por personas con problemas cardiovasculares. 

A continuación, trataremos de esclarecer qué pudo desencadenar las 58 muertes que los medios atribuyeron a la ayahuasca.
¿reacción o evento adverso?
En 16 casos, en los cuales existió una inmediatez entre el consumo de ayahuasca y la muerte, la información disponible no permite establecer la causa de muerte. Es posible que se produjera una reacción adversa a la ayahuasca, es decir, que fuera la ayahuasca la que desencadenara la muerte, pero la información relativa a estos casos es limitada y no sabemos, por ejemplo, si los fallecidos tenían algún problema cardiovascular o si estaban consumiendo simultáneamente algún medicamento contraindicado. 

También es posible que en alguno de estos 16 casos tuviera lugar no una reacción sino un evento adverso, fatalidad que acontece cuando se está bajo la influencia de una sustancia, como un accidente de coche cuando se toma un somnífero. Por ejemplo, Alfonso Geovani D’Rose, tras participar en una ceremonia en un centro turístico, se retiró a su cabaña y al día siguiente se le encontró muerto en el piso del baño. Uno de los artículos periodísticos sugirió que se había desplomado y golpeado la cabeza.
problemas del corazón
En dos casos sendas autopsias establecieron el ataque al corazón como causa de la muerte. El chileno Luis Acevedo, de 33 años, lo sufrió horas después de consumir ayahuasca. ¿Es posible que Acevedo padeciera algún tipo de problema cardiovascular que se viera agravado por la ayahuasca? Si fue así, la autopsia no lo determinó. 

Por su parte, el brasileño Fernando Henrique Queiroz Tavares, de 19, padecía el síndrome de Marfan, una enfermedad degenerativa del corazón, y quizás esto fuera determinante en su muerte, que según la autopsia se produjo por un desgarro de la arteria aorta, al final de un ritual de ayahuasca, aunque había tomado ayahuasca los tres años anteriores sin ningún problema.
intoxicaciones letales por tabaco... y agua
 Allá donde las autopsias determinaron muerte por intoxicación, esta nunca fue atribuida a la ayahuasca. En 4 de los 58 casos el tabaco parece haber sido el causante directo de las muertes; lo sabemos a ciencia cierta en los casos (con autopsia) de Jane Maiangowi, que además de una infusión de tabaco había consumido ayahuasca, y en el del neozelandés Matthew Dawson-Clarke en un centro de retiro de Iquitos. Adicionalmente, todo indica que el tabaco se cobró las vidas de la argentina María Virginia Saiz y de la canadiense Jennifer Logan. 

El joven británico Henry Miller falleció por una intoxicación por escopolamina, y es posible que esto sucediera también en los casos de Emiliano Eva y Denis Tronchoni, que visitaron una comunidad achuar en la selva ecuatoriana donde habrían tomado ayahuasca con Brugmansia. Otra muerte, en Estados Unidos, parece haber sido fruto de una sobredosis de 5-MeO-DMT sintético, que se consumió horas después de la ayahuasca. Finalmente, Brandon Begley murió durante una ceremonia de ayahuasca por hiponatremia, una excesiva dilución de los valores de sodio en sangre como consecuencia de una hiperhidratación. Es decir, Begley murió por una intoxicación por agua.
SUICIDIOS Y HOMICIDIOS
Los medios relacionaron catorce casos de suicidio con el consumo de ayahuasca, pese a que solo en uno de ellos se sabe que la persona fallecida había tomado ayahuasca en las horas previas. De entre todos estos casos, es representativo el tratamiento que recibió en los medios de comunicación la muerte de un joven holandés llamado Emanuel. Viaje de ayahuasca lleva al suicidio: “Mi hijo pensó que estaba siendo controlado por extraterrestres”, tituló el noticiero digital RTL Nieuws. Pero lo cierto es que nunca se comprobó que Emanuel hubiera probado alguna vez la ayahuasca; además, el joven padecía graves problemas de salud mental y consumía diversas sustancias psicoactivas. Establecer una relación causal entre la ayahuasca y esta muerte o cualquiera de los trece suicidios restantes es un ejercicio especulativo. 

Algo similar sucede con los homicidios. De los ocho casos relacionados con la ayahuasca, solo en dos de ellos el homicida estaba bajo sus efectos. En otros dos casos que tuvieron lugar en Australia, los de Jake Cawte y Phil Walsh, los homicidas padecían trastornos psiquiátricos graves previos a haber consumido ayahuasca, un consumo que se produjo meses antes de las muertes. Hasta qué punto el consumo agravó su enfermedad, no se sabe. Lo que está claro, de acuerdo a un informe técnico publicado por ICEERS, es que la ayahuasca está contraindicada para personas con trastornos psiquiátricos graves, especialmente para aquellas personas con tendencia a la psicosis.  

OTRAS CIRCUNSTANCIAS
En los restantes nueve casos se puede descartar cualquier relación de la ayahuasca con la muerte, o concurrieron circunstancias que, por sí solas, habrían producido el fatal desenlace. Sabemos que Fabrice Champion falleció en un centro de retiro de Iquitos, adonde había viajado ya gravemente enfermo, y que no consumió ayahuasca la noche de su muerte. Sabemos que tampoco Rian Brito había consumido ayahuasca cuando se ahogó en el mar. Garth Dickson y Alexandre Viana Silva se ahogaron después de tomar ayahuasca, pero su fallecimiento se podría haber evitado con una supervisión juiciosa por parte de los organizadores de la toma. Seguramente esta supervisión también podría haber evitado la muerte de Leslie Allison, por una fractura cervical, fruto de las convulsiones que experimentó durante el trance. En las muertes de Kyle Nolan, Micael Amorim Macedo, J. van de Hoek y Lindsay Pole, concurrieron circunstancias adicionales al consumo de ayahuasca que potencialmente podrían haber causado, por sí solas, la muerte.
¿DROGA PELIGROSA EN LA GLOBALIZACIÓN?
Cada una de estas muertes que hemos comentado es una tragedia que nos entristece. No queremos minimizar la importancia de estas pérdidas, pero sí queremos dilucidar si tomar ayahuasca implica un riesgo estadísticamente significativo. De acuerdo a una investigación paralela a esta, hemos estimado que más de cuatro millones de personas han tomado ayahuasca alguna vez en la vida, y que 820.000 lo hicieron en 2019, año en que se realizaron alrededor de cinco millones y medio de tomas. En ese año se relacionaron en los medios de comunicación cinco muertes con la ayahuasca, pero en ningún caso hubo una autopsia que determinara muerte por intoxicación con ayahuasca, y es muy probable que todos se hubieran evitado si se hubiera consumido en un contexto con estándares mínimos de seguridad. 

La alarma social que estas muertes desencadenan cuando se publican los medios, puede ponerse en perspectiva si consideramos que una investigación de la Universidad de Oxford atribuyó al consumo diario de aspirina 3.000 muertes al año solo en el Reino Unido, y que la OMS atribuye cada año tres millones de muertes al alcohol en el mundo. Al contrario, no podemos dejar de reivindicar que las investigaciones científicas han atribuido un gran potencial terapéutico y espiritual a la ayahuasca. Un estudio de ICEERS coordinado por Maja Kohek ha mostrado como la salud general de los participantes en ceremonias de ayahuasca en Países Bajos es mejor que la media nacional, confirmación de lo que sugiere su larga historia de uso en contextos curativos chamánicos e iglesias de la ayahuasca.

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