CRÓNICAS DEL FIN DE UN MUNDO
Más allá del estereotipo pintoresco de pluma y taparrabos, los pueblos de la Amazonia encarnan un paradigma de igualdad social (basada en una individualidad genuina) y abundancia material (garantizada por una naturaleza exuberante). Esta inspiradora alternativa vital declina ante la extensión global de la producción industrial y la ideología tecnocrática. Esta veintena de crónicas, de marcado carácter etnográfico y literario, a veces cerca del cuento, otras del ensayo, fueron publicadas originalmente en la revista Cáñamo y en el diario El País, y ponen la mirada en el encuentro entre esas dos concepciones del mundo a veces difícilmente conciliables.
El retorno de las tortuguitas
Sabedores indígenas y científicos occidentales han unido fuerzas y conocimientos para proteger tres especies de tortugas del río Amazonas. Charapas, taricayas y cupisos se pasan la voz: en seis playas de Colombia y Perú pueden desovar sin peligro de ser capturadas.
Tragicomedia en el feudo de Ultra Oil
El cronista aspiraba a convertirse en paladín de los pueblos indígenas, denunciando a la malvada Ultra Oil, que había llenado las aguas de la cuenca del río O... de cadmio y plomo. Cuando llegó al lugar de los hechos le esperaba algo muy diferente a lo que le habían contado por la tele. Y gracias a Ultra Oil pudo pasar las navidades en su casa.
Un milagro y una maldición
Un milagro: tras el despojo y el abuso secular, un área de la extensión de Portugal se convirtió en la Terra Indígena Vale do Javari, habitada por seis mil indígenas en contacto con la sociedad estatal y un número indeterminado de refugiados en remotos parajes. La maldición es fruto del blanco: su hepatitis y su malaria, que amenazan la integridad social.
Sonetos etno(foto)gráficos
La etnografía no tiene por qué limitarse a textos densos, altamente especializados, con un vocabulario incomprensible para el no iniciado en los misterios de la retórica académica. ¿Por qué no el soneto para contar la experiencia etnográfica? Ese es el intento: diez lecciones en diez piezas.
El doctor Patarroyo y sus experimentos con la ley
Manuel Elkin Patarroyo, el científico más prestigioso de Latinoamérica, se enfrenta a un problema de difícil solución. Desde hace décadas, miles de monos silvestres han sido adquiridos de forma clandestina por su fundación para llevar a cabo los experimentos con los que trata de encontrar la vacuna contra la malaria. El asunto está en los tribunales; las pruebas incriminatorias son contundentes pero, ¿servirán para meter entre rejas a un premio Príncipe de Asturias?
Desarrollo, un fracaso estupendo
Cooperación internacional para el desarrollo: suena bien pero funciona fatal. Disfrazadas de altruismo desinteresado, estas políticas de intervención buscan integrar en la disciplina del mercado a las últimas sociedades autónomas del planeta. En el intento prosperan burócratas y profesionales urbanos, se desprecia la idiosincrasia indígena y se arrasa con la selva.
Clases de enajenación
La escuela tiene excelente cartel entre los occidentales biempensantes, pero su implantación ha constituido un golpe definitivo para las culturas indígenas. El adoctrinamiento ha sido eficaz: nadie quiere parecerse al abuelo, hay que ser profesional, vestir bonito, tener un carro.
La selva que se acaba
La Amazonia peruana constituye la trágica evidencia de la insaciable voracidad humana. En seis décadas de colonización y “desarrollo”, lo que era un vergel sin parangón ha devenido en un paisaje aterrador. El pescado escasea, los animales huyen, la amenaza contaminante de la extracción petrolera se extiende y la deforestación avanza a marchas forzadas.
Ante el apocalipsis
Los pecados del mundo han suscitado la ira divina; el calentamiento global promete una hambruna devastadora; la Misión Israelita busca refugio en remotas comunidades de la selva amazónica, trabaja la tierra y prepara la despensa que salvará el mundo. Una religión en apariencia delirante; una respuesta social a la profunda desigualdad en la repartición de la tierra y la riqueza en el Perú.
Los tres muchachos y el etnógrafo pelacaras
A caballo entre la etnografía, la crónica y el cuento, esta pieza se adentra en las relaciones entre el etnógrafo y los jóvenes de una comunidad shipiba, sobre quienes el investigador se ha propuesto hacer su trabajo. Su inexperiencia y su ansiedad frustran el intento pero, al cabo, le hacen tomar conciencia histórica de las relaciones de poder entre blancos e indígenas, entre Norte y Sur.
Una relación peligrosa
Los indígenas de la Amazonia libran una batalla sin tregua contra los pobladores animales, vegetales y espirituales de la selva, que sustentan la existencia humana al tiempo que la amenazan. Aunque se les tiene por “guardianes de la selva”, y se presume que viven “en armonía con la naturaleza”, la experiencia de la cotidianidad amazónica apunta, dramáticamente, a algo muy diferente.
Los amantes de la libertad (PODER I)
Anarquistas o autoarquistas: que no reconocen autoridad superior a la de sí mismos ni consienten el poder coercitivo. Autosuficientes o independientes: que son capaces de satisfacer por sí solos todas sus necesidades vitales. Anticapitalistas o antimercado: que la competencia, la acumulación y el máximo beneficio no son una condición humana universal.
Los avances de la desigualdad (PODER y II)
Allá donde arrasan la naturaleza, repta la miseria. Allá donde establecen el paradigma democrático, medra la obediencia. Allá donde triunfan las empresas, nace la desigualdad. Y pese a todo, la gente de la selva se resiste a los designios del totalitarismo globalizante.
La pesca y la vida
La proteína básica en la dieta de los pueblos ribereños de la Amazonia se encuentra en el pescado. En lagos o ríos, en la selva inundada, con veneno, red, arpón o anzuelo. Pescar es un arte que se pierde a medida que la selva se degrada.
La chagra de doña Eufracia y don Pijachi
Un requisito imprescindible para la autonomía: producir tu propia comida, en tu propio territorio. La chagra o plantación tradicional, esencial en las culturas amazónicas, es garantía abundancia y ejemplo de cómo aprovechar la naturaleza sin menoscabarla.
Amazonia: Estado Narco (NARCOTRÁFICO EN EL AMAZONAS I)
La región más remota de la Amazonia peruana ha sido tomada en los últimos años por la organización de Jair Ardila Micchue, el implacable Javier, que impone su voluntad a fuego y bala: escalofriantes masacres, pueblos indígenas desplazados, guerra abierta entre bandas rivales, corrupción policial… Un estado feudal al margen de la ley donde la presencia de las autoridades peruanas no pasa de testimonial, y las extensas fronteras con Colombia y Brasil se convierten en garantía de impunidad.
Secretos de cocina (NARCOTRÁFICO EN EL AMAZONAS y II)
En la tri-frontera amazónica de Perú, Colombia y Brasil, indígenas y mestizos de los tres países participan en la elaboración de decenas de toneladas de cocaína que parten cada año, vía Amazonas, hacia el resto del mundo. La selva y sus gentes pagan el precio: deforestación galopante, ríos contaminados y formas de vida ancestrales degradadas por la posibilidad de conseguir dinero fácil.
Las mujeres que se cortaban el clítoris (MATRIARCADO I)
Desafiando toda lógica, el ritual de ablación al que eran sometidas las niñas shipibas hasta hace unas décadas constituía un mecanismo fundamental para dar continuidad a una sociedad basada en el poder femenino.
Casarse a la fuerza con la suegra (MATRIARCADO II)
En el matriarcado shipibo las madres decidían con quién se casaba su hijo, que se mudaba con la suegra. La voluntad de los futuros cónyuges no era tenida en cuenta; sólo tras casarse y tener descendencia podía una persona considerarse adulta y, por ende, autónoma.
Los derechos humanos contra el poder de las madres (MATRIARCADO y III)
La moral que regía la cotidianidad en la sociedad shipiba era, hasta hace poco, incompatible con la que preconiza la Declaración Universal de los Derechos Humanos redactada en 1948 por una decena de diplomáticos y juristas occidentales. ¿Existe una moral universal, aplicable a toda persona, en todo lugar, en cualquier época?
El Mundialito Shipibo
De cómo un deporte inventado por los ingleses hace poco más de un siglo se ha convertido en la actividad ritual más importante del pueblo shipibo.